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La fototerapia, en sentido estricto, debe entenderse como el empleo terapéutico de la luz. Este agente físico, que acompaña al hombre desde que se inició su presencia en la tierra, es el responsable de la vida tal como la conocemos actualmente. El sol constituye una fuente de energía térmica, que determina la habitabilidad del planeta, aporta condiciones cíclicas de luminosidad a las que se han adaptado numerosas plantas y animales, y proporciona radiaciones imprescindibles para desencadenar importantes reacciones químicas. Se tiene constancia de que, desde épocas remotas, el hombre ha aprendido a utilizar los recursos terapéuticos de las radiaciones solares. Éstas tienen tres componentes, desde un punto de vista físico: uno térmico, constituido por la radiación infrarroja; uno visible, responsable de la luminosidad, y otro ultravioleta, más energético, responsable de reacciones denominadas fotoquímicas, como la síntesis de vitamina D o la oxidación de la melanina.
Se realizaron varios experimentos para determinar la naturaleza de la luz, Hertz demostró que la energía electromagnética en forma de ondas de radio se propaga por el espacio, efectivamente, mediante un movimiento ondulatorio. Pronto se demostraría que la luz no sólo viaja a la velocidad predicha en las ecuaciones de Maxwell, sino que además se comporta de acuerdo con ellas en muchos otros aspectos. Se aceptó en consecuencia, que estas ondas luminosas eran radiaciones electromagnéticas.Justo en el inicio del siglo XX, Planck descubrió que la energía de un oscilador era igual a la frecuencia de la radiación en ciclos por segundo o hercios, multiplicada por una constante h, conocida como constante de Planck., cuyo valor es de 6.6256 x 10-34 julios/s. A partir de este descubrimiento, desarrolló la teoría cuántica, la cual enuncia que la energía se propaga mediante «cuantos» o «paquetes energéticos» y no por ondas continuas.Tanto Planck como Einstein admitieron que la luz está constituida por pequeñísimos paquetes de ondas, denominados fotones, que son emitidos por los cuerpos luminosos, se propagan en todas las direcciones del espacio y transportan una cantidad de energía determinada, proporcional a la frecuencia de su onda.
El sol constituye la principal fuente natural de producción de luz y otras radiaciones de interés en fototerapia. La gran cantidad de elementos y transiciones energéticas que se producen en él hacen que su radiación sea muy variada. La radiación solar que llega a la superficie terrestre está compuesta en el 59% de radiación infrarroja (IR), en el 40% de luz visible y en el 1% de radiación ultravioleta (UV). Ello le confiere efectos diversos, fototérmicos, fotoluminosos y fotoquímicos. Hoy día pueden conseguirse, por medios artificiales, prácticamente todos los componentes del espectro de radiación solar.
La radiación infrarroja (IR) incluye radiaciones cuyas longitudes de onda están comprendidas entre los 760 y los 15.000 nm. A efectos prácticos, los IR suelen dividirse en IR proximales (760-1.500 nm) e IR distales (1.500-15.000 nm). La radiación UV ocupa la parte del espectro electromagnético existente entre la luz visible y los rayos X de menor energía. El límite con la luz visible se sitúa en torno a los 400 nm, que es el límite de percepción visual del color violeta. Puesto que el límite es fisiológico, algunos autores lo sitúan entre los 400 y los 390 nm. El sol es la principal fuente natural de esta radiación; emite en una amplia gama de frecuencias UV. Los efectos biológicos son muy variables y están en función de la longitud de onda; por esta razón, el espectro ultravioleta se subdivide en tres regiones:
UV-A: 400-320 nm
UV-B: 320-290 nm
UV-C: 290-200 nm
La luz visible constituye la gama del espectro perceptible por la retina humana. En condiciones normales, comprende longitudes de onda desde 780 hasta 400 nm, situados entre la radiación IR y UV. La luz «blanca» es, en realidad, una mezcla de diferentes colores (los del espectro visible), cada uno de ellos con diferentes longitudes de onda. Normalmente, se habla de los siete colores espectrales: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Éstos son distinguibles con cierta facilidad en la descomposición de la luz blanca, tanto de forma artificial, utilizando un prisma, como natural, cuyo ejemplo más conocido es el arco iris.
Desde un punto de vista macroscópico, la interacción de las radiaciones empleadas en fototerapia con la materia se realiza básicamente en dos niveles: a) en las interfases, mediante los fenómenos de reflexión y refracción, y b) en el interior del medio, donde tiene lugar la transmisión, hecho que depende de los fenómenos de absorción o dispersión. En muchos casos, uno de estos fenómenos predomina hasta excluir, prácticamente a los otros. Sin embargo, todos los fenómenos están siempre presentes en mayor o menor grado. La fracción de un haz luminoso que, al incidir sobre un tejido, va a conseguir un efecto determinado será exclusivamente aquella que realice el fenómeno de absorción. Esto viene establecido por la ley de Grottus-Draper, de cuyo significado se desprende que los efectos biológicos de una radiación no son resultado de la energía del haz incidente, sino de la energía que dicho haz cede al medio. Existen diversas posibilidades de interacción de los fotones de una fuente luminosa de intensidad Io, al atravesar un material, supongamos un tejido biológico, de espesor determinado. Parte de los fotones pueden ser reflejados desde la superficie iluminada o pueden sufrir dispersión en el interior del medio, hacia el exterior de la superficie.
En ambos casos, la luz es remitida desde la cara tisular iluminada y supone la pérdida de una fracción significativa de Io. Otra posibilidad es que parte de los fotones del haz incidente sean dispersados en el interior del tejido, con lo que terminan por emerger por la cara opuesta a la iluminada o, alternativamente, terminan por absorberse en el tejido, cediendo su energía. Un fotón del haz incidente puede reflejarse en alguna superficie o interfase, para después sufrir alguno de los fenómenos citados anteriormente. Por último, un fotón puede ser transportado sin desviarse a través del tejido y emerger con su curso original, aunque este hecho tiene una baja probabilidad de ocurrir, menor cuanto mayor es el espesor del tejido en cuestión.
COMO ACTUA LA FOTOTERAPIA EN NUESTRO CUERPO
Considerándolos como material óptico, los tejidos biológicos son una entidad turbia, que, al contrario de los materiales ópticos clásicos, no poseen superficies planas, estructuras cristalinas o un índice de refracción simple. Ultramicroscópicamente, los tejidos están compuestos por una enorme variedad de moléculas, habitualmente de tamaño menor que la longitud de onda de la luz visible, la cual no tiene patrones geométricos rígidos y repetitivos de un punto a otro de su ambiente. Por encima de esta escala se encuentran las unidades celulares, con escasos patrones de regularidad en su distribución. Estas unidades celulares sí pueden ser de un tamaño próximo a las longitudes de onda de la luz.
A un nivel algo mayor, los diferentes tejidos, de distintas características ópticas, pueden disponerse en las regiones de una hipotética matriz, distribuyéndose habitualmente de forma aleatoria. Una escala macroscópica de estos tejidos muestra una combinación de superficies irregulares, capas no planas, estructuras conectivas, etc., que pueden tener diversas características de interacción con la luz.
Cuando se irradian estructuras inhomogéneas, como son los tejidos, se producen conjuntamente absorción y dispersión en el seno de éstos. Si bien la forma de realización de ambas depende de datos físicos, como la longitud de onda de la radiación o el tamaño de las partículas tisulares, en la absorción tiene importancia un factor adicional: la presencia de determinados pigmentos, elementos cromóforos, como la melanina, hemoglobina, mioglobina, etc. Éstos van a marcar claramente las diferencias de absorción de un tejido a otro. El grado de penetración de una longitud de onda determinada dependerá de la absorción de estos pigmentos y de la absorción competitiva de otros elementos celulares.
Algunos de los fotones incidentes sobre el tejido son retrodispersados y llegan a emerger por la cara incidente. De hecho, la mayor parte de la luz reflejada por la mayoría de los tejidos está causada por esta retrodispersión. La luz reflejada por un tejido homogéneo, como la córnea, es sólo del 3-5%, mientras que la luz reflejada por un tejido altamente dispersante, del tipo de la esclera, es del 50%.
El recorrido en «zig-zag» que describen los fotones, resultante de la dispersión múltiple en el seno del tejido, aumenta la posibilidad de encontrar moléculas absorbentes en su trayectoria, por tanto, aunque no hay pérdida de energía en el proceso de dispersión en sí mismo, éste contribuye a incrementar la absorción de los fotones. A partir de una determinada profundidad puede decirse que todos los fotones han sido sometidos a dispersión múltiple y podrán alcanzar cualquier punto desde todas las direcciones posibles. Así pues, la dispersión de la luz en los tejidos tiene tres importantes repercusiones: aumento de la reflexión, incremento de la absorción y distribución de la luz más isotrópica en la región distal a la superficie.
Adicionalmente, la interacción in vivo aún se hace más compleja, ya que la transparencia (o la atenuación) que muestran los tejidos biológicos a la luz varía con la actividad metabólica de éstos. Este hecho, ampliamente constatado, ha permitido la evaluación del estado de oxidorreducción de algunas moléculas (p. ej., la saturación de hemoglobina) de acuerdo con el espectro de absorción de los tejidos. Actualmente, este fenómeno se utiliza para monitorizar a los pacientes en el acto quirúrgico mediante la transiluminación del pulpejo de un dedo.
Como se ha señalado anteriormente la fototerapia integra el estudio de las radiacioneselectromagnéticas comprendidas en la zona del infrarrojo, la luz visible y el ultravioleta. La radiación del infrarrojo, rojo y cercana al rojo posee propiedades térmicas; la ultravioleta, violeta y cercana al violeta posee propiedades fotoquímicas, y la radiación visible es responsable de la luminosidad.
El efecto fototérmico se basa en el incremento de la energía vibracional de las moléculas al absorber la radiación, especialmente IR, con lo que se produce el calentamiento de los cuerpos.
El efecto fotoquímico se observa en numerosas reacciones químicas, que pueden ser aceleradas o provocadas por la luz, como la fotosíntesis de las plantas y la síntesis de vitamina D. Entre los efectos luminosos se incluyen fenómenos como la fotoluminiscencia, el efecto fotográfico y el mecanismo de la visión.
— Rojo-anaranjado, con efecto térmico predominante.
— Amarillo-verde, en la que predomina el efecto luminoso. Es la menos fototérmica y
presenta escasa actividad fotoquímica.
— Azul-violeta, de efectos casi exclusivamente fotoquímicos.
La luz, en términos generales, actúa regulando el complejo mecanismo, no muy bien conocido, de los ritmos circadianos del organismo. La dependencia de la luminosidad solar es tal que muchas de nuestras funciones vitales tienen un ritmo diferente, según sea de noche o de día. Por otra parte, influye en la regulación del sueño, debido al parecer, a la inhibición de melatonina, sustancia endógena muy estudiada actualmente en relación con la inducción del sueño. La luz estimula la secreción de melatonina y la oscuridad la inhibe. En cualquier caso, se necesitan horas de luz y horas de oscuridad en el día, pues parece que lo fisiológico es trabajar en un ambiente de luz y dormir en un ambiente de oscuridad. Las alteraciones de estas situaciones
provocan conocidos desarreglos.
La luz puede influir, incluso, en nuestro estado de ánimo. Un ambiente luminoso invita a la actividad y la alegría, mientras que la oscuridad favorece la relajación y empuja a la tristeza, la melancolía o la angustia. Ello ha de tenerse en cuenta a la hora de seleccionar el ambiente adecuado para la recuperación de una dolencia, según se busque relajación y sedación o estímulo y actividad en el paciente. La luminosidad forma parte indisoluble de la acción terapéutica del clima, la helioterapia o la talasoterapia, juntamente con los efectos de la radiación IR y UV.
Existe, como se ha indicado, una demostrada relación entre luminosidad y estado de ánimo. Los cambios de humor estacionales por ejemplo, llegan a manifestarse de manera patológica mediante depresiones pasajeras, conocidas como «depresión invernal», que suele cursar con aumento del apetito, pérdida de la capacidad de concentración e incremento de las horas de sueño. Estas depresiones son más importantes en los países nórdicos —donde las horas de luz y su intensidad son escasas en invierno— que en los países tropicales o del sur de Europa.
La luz visible tiene diversas aplicaciones en medicina tanto terapéuticas como diagnósticas. Terapéuticamente, tiene especial importancia su empleo en la fototerapia de la hiperbilirrubinemia del recién nacido. Este tratamiento consiste en la exposición a la luz blancaintensa, especialmente en la gama en torno a los 460 nm (azul), que hace que en la piel y el tejido subcutáneo se produzcan isómeros de bilirrubina y lumirrubina; éstos son más hidrosolubles y se eliminan por el hígado y el riñón sin necesidad de conjugación. Para ello existen lámparas especiales, que se adaptan a las incubadoras o a las cunas. El recién nacido se expone desnudo; es preciso proteger sus ojos con material opaco, para evitar una lesión retiniana. En el ámbito diagnóstico, la luz visible ilumina las zonas que hay que inspeccionar o sirve de fuente luminosa para las endoscopías, en las que se recurre a fibras ópticas para visualizar órganos internos, como tubo digestivo, árbol bronquial, cavidades articulares, etc. La diafanoscopia es una modalidad diagnóstica basada en el estudio de la transmisión de luz a través de masas de tejidos del organismo. La luz visible puede penetrar algunos centímetros de tejido, por lo que con este sistema se trata de apreciar si la transmisión a través de una determinada zona es normal o no.
La Fototerapia y Cromoterapia BIOPTRON es un tratamiento único en su género, cada vez más popular para tratar un rango muy amplio de desórdenes.
También ataca a virus y bacterias, por lo que tiene una importante función antiséptica. Cuando se aplica a la piel estimula las moléculas y estructuras intracelulares sensibles a la luz y se inician, como consecuencia, una serie de reacciones a nivel celular que provocan un efecto benéfico en la piel y en otras áreas del cuerpo, como órganos y glándulas. Este tipo de fototerapia estimula y modula los procesos reparadores y regenerativos del cuerpo así como los procesos del sistema inmunológico. La luz BIOPTRON ayuda a que fluya el potencial curativo natural del organismo.
Usos frecuentes:
Equilibra el sistema inmune, combatiendo más eficientemente virus, bacterias, etc., causantes de diversas enfermedades en la cara y en la piel
Para tratar CELULITIS, ESTRIAS
Estimular y mejorar el DRENAJE LINFATICO
Mejora el METABOLISMO ayudando a aprovechar los nutrientes, enzimas, etc.
Para músculos contraídos:
Manejo del dolor, ciática, lumbago, fibromialgia, etc.
Para enfermedades reumatoides, artritis, artrosis, etc.
MELASMA manchas en la piel
PARALISIS FACIAL
Trastornos sanguíneos y alergias
REJUVENECE al reducir los signos de la edad, desvaneciendo líneas de expresión, etc.
Estimula y equilibra la producción de COLAGENO Y ELASTINA
REPARA, SANA, Y REGENERA el tejido superficial y profundo
Tratamiento de acné, psoriasis, herpes labial, zoster o venéreo, eczema, prurito, etc.
Mejora el PH de la piel
ACTIVA la micro circulación oxigenando y mejorando todos los tejidos
ACELERA el proceso de cicatrización
EVITA cicatrización queloide e hipertrófica en un post operatorio o traumatismo
Ideal para manejo del estrés, insomnio y depresión
Para la firmeza, hidratación, oxigenación y nutrición de la piel
Desinflama y calma después de la depilación, extracciones, etc.
Efecto sedante, menor sangrado y rápida cicatrización en delineado permanente y tatuajes.
Así como:
1. Cicatrización y reparación de:
Heridas postraumáticas (fracturas, músculos, ligamentos, tendones y piel)
Quemaduras
Heridas postoperatorias
Úlceras en las piernas
Úlceras por decúbitos
2. Tratamiento del dolor que comprende:
Reumatología
Fisioterapia
Medicina deportiva
3. Otras acciones terapéuticas:
Produce un impacto benéfico en la estructura y función de las células sanguíneas
Favorece la circulación
Estimula de manera vital los factores de crecimiento y de la proliferación celular
Aumenta el transporte de oxigeno
Favorece la actividad del sistema inmunológico
Estimula el transporte de nutrientes por la sangre
Favorece la eliminación de sustancias tóxicas
Incrementa la recuperación en problemas dermatológicos
Ayuda en el control del dolor
Tiene efecto antiinflamatorio
Auxilia en el tratamiento de la depresión
Ayuda en la recuperación del ciclo natural del sueño.
4. Cosmiatría:
Favorece la oxigenación e hidratación de la piel
Apoya los tratamientos anti-acné.
También ayuda en casos de:
Paño, Arrugas, Aumento de Producción de Colágeno.
Así como:
RETINOPATIA DIABETICA:
• Activa la microcirculación.
• Aminora el dolor.
• Disminuye el riesgo de emorragias.
GLAUCOMA :
• Activa la microcirculación.
Hay mayor aporte de oxígeno a todos los tejidos.
Protege el Nervio óptico.
DIABETES TIPO1:
Regula la actividad del sistema inmunológico.
Llega a profundidad para estimular las células beta productoras de insulina.
Estimula los procesos biológicos del cuerpo para la correcta utilización de la glucosa.
Coadyuvante para controlar los niveles de glucosa en la sangre.
NEFROPATIA DIABETICA (daño en riñones):
Ayuda a aumentar la vascularización.
Estimula el funcionamiento de los riñones.
Mejorando la síntesis de proteínas.
Ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo.
Llega hasta los glomérulos para estimular su función y reducir las complicaciones.
ARTEROESCLEROSIS:
Aplicándolo en la planta de los pies mejora el retorno venoso.
Aumenta la formación de los vasos capilares nuevos.
Estimula la regeneración de las paredes capilares dañadas, para preveer complicaciones futuras.
NEUROPATIA DIABETICA (daño a los nervios):
• Incrementa la granulación del tejido.
• Aumenta la actividad de fibroblastos y macrófagos.
• Aumenta la síntesis del colágeno.
• Estimula la sensibilidad y la circulación.
• Excelente cerrando heridas difíciles de cicatrizar.
PIE DIABETICO
• Aplicando BIOPTRON 4-10 minutos cada día a la herida.
• También en páncreas y sistema inmunológico.
• La piel recupera su color natural.
• Mejora microcirculación.